jueves, 18 de abril de 2013

Hablando de galerías, la Bella Vista está abierta

Es domingo al mediodía, el último de Semana Santa. La playa no es opción y los centros comerciales, mucho menos. La invitación que tenía era más interesante: la inauguración de la Galería Bella Vista, donde está el taller de su creador, Luis Mata, también conocido como Chaval.
La dirección se me quedó en facebook, donde precisé solo las coordenadas temporales para llegar puntualmente al local. Una llamada y todo quedó claro… “Viniendo desde el AB hacia el centro, después del último semáforo de la avenida Bolívar, tomas el siguiente cruce posible a la izquierda. Allí estamos”. Efectivamente, ahí estaban los artistas.
Ese fue mi primer atisbo, uno viene a estos eventos a ver a los artistas con sus obras. Uno coteja la imagen del creador con la imagen que ha creado. Uno quiere saber si es un artista maldito, un comerciante o un jubilado sin oficio. Juan Portillo es un chamo. Lo conozco de las órbitas universitarias de esta misma isla. Le invito a ser entrevistado. Me pide diez minutos primero y yo aprovecho para ver la colección: Punto de partida (se llama). El local es una habitación de acaso 20 m2 y un baño. Hay piezas por todos lados, hasta colgando del techo. La gente se les arrima por segundos, pero hablan poco de ellas. Uno quisiera que hubiera realmente gente, pero suelen ser familiares, amistades y conocidos quienes uno encuentra acá… Y artistas. Me gusta estar entre artistas, lo certifico. Hay que explicar menos las cosas entre ellos.
Veo que en las piezas de Juan Carlos prevalecen las partículas, son elementales en distintas escalas. Dibujadas o pintadas, las esparce para que se ordenen en los ojos del espectador y dejen de ser partículas para sugerir otra cosa: pelillos, poros, signos de un código, tejidos, cuerpos, volúmenes… Hasta un móvil lineal compuesto por piezas de plástico reutilizadas sugiere tal inminencia: las partes tendiendo a  un todo. Sin dudarlo compraría alguna. No tengo dinero, pero luego supe que alguna se vendió por cuatro cifras. Muy bien por Juan Carlos, es su primera exposición individual. Procedo a entrevistarlo.
No sonríe pero tampoco huye, su dominio es más gráfico que verbal. Repite a menudo las palabras “proceso” e “inseguro” pero por separado. Asume el despropósito de sus creaciones, lo inconcluso, y también la importancia del apoyo de otros artistas para afrontar que hay etapas en las que se hace sin pensar. También hay en las que se piensa sin hacer. Mejor es la acción. Es lo que hace respetables a los que están en el encuentro de esta tarde, lo que han hecho ellos. Creo que eso es lo que hace a alguien “autoridad”… De hecho, esta palabra viene de “autor”, creador. Para esta muestra, Juan Carlos consteló sus piezas como las mismas partículas y trazos que forman sus gráficas. Venció la dispersión con este planteamiento, con este Punto de partida.
Me despido, salgo y concluyo que se abren dos tipos de invitaciones. Para los artistas contemporáneos, a que traigan sus propuestas ya documentadas, es decir, su portafolio. Para los que disfrutan el arte, a que vengan a ver las obras; quizás hallen a Luis Mata en pleno proceso creativo, (mejor aun). Luis quiere ayudar a crear nuevas tendencias del coleccionismo, que la gente apueste fuera del canon tradicional, fuera del pasado. Vale.
Hay que contemplar y hay qué contemplar.     




EL SOL DE MARGARITA, 14 de abril de 2013


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