martes, 21 de junio de 2011

La imposible salud mental


La lectura que hoy quiero compartir en esta columna la leí anoche en un anuncio publicitario: “La salud mental es el equilibrio entre la persona y su entorno. Cuando ese equilibrio se rompe, el bienestar también”.
Inmediatamente me volví loco.
Tuve que abandonar la actividad (corregía yo tal anuncio… es de una psicoterapeuta) y también las últimas resistencias que en mí luchaban contra la categoría: locura.
Los artistas creemos que el mundo está incompleto, que le faltan (entre otras cosas) conexiones, visiones e interpretaciones; creemos que hay que repetirlo o representarlo para rematar esa obra inconclusa. Se puede esto entender así: si el mundo está incompleto, éste no está bien, y no se puede estar en equilibrio con algo que está mal.
Sin ser artista también se cae en la patología, pues más que nunca ahora se sabe que lo normal no es la norma, la regularidad no es la regla y que en nombre de las leyes se cometen las peores injusticias.
Gente que trabaja todo el día espera compensar cada noche su sacrificio con al menos el derecho a dormir tranquilo (y con los seres queridos), e insisto en el trabajo como sacrificio porque la mayoría de la población vive de hacer cosas que no haría si nadie les pagase por hacerlas.
Por otra parte, la esquizofrenia se define como la condición de aquél que tiene un mundo afuera, otro adentro, y éstos no coinciden y acaso ni son compatibles. Yo lo adapto al siglo XXI y sostengo que es tal la gente que tiene un mundo en la pantalla (de sus aparatos favoritos) y otro afuera (y quizás otro adentro). De estas muchas personas, amistades, apariencias, destrezas comunicativas e incluso pretensiones sexuales son secretos para la gente cercana pero resultan populares para los “contactos” de tal red.
Volviendo a la frase inicial, nos la pasamos “conectados” a lo que no está en nuestro entorno, salvo que nuestra cosmovisión realmente esté extrapolada y nos sintamos ciudadanos de la aldea global, y me pregunto… ¿Con qué espacio debemos equilibrarnos?
Sin embargo, hay que equilibrarse.

1 comentario:

  1. Esta también me gustó...

    Sin ser artista también se cae en la patología, pues más que nunca ahora se sabe que lo normal no es la norma, la regularidad no es la regla y que en nombre de las leyes se cometen las peores injusticias.

    Deberías distribuir tus escritos a más gente. Pocos tienen la virtud de escribir con tanta verdad y frescura a la vez.

    EB

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